Tratamiento ortésico para traumatismos de tobillo en niños y adolescentes
A pesar de que el tobillo en los niños suele recuperarse con mayor rapidez que en los adultos, algunos traumatismos pueden requerir el uso de ortesis pediátricas de tobillo que ayuden con su recuperación. Hoy te presentamos cómo escoger el tratamiento ortésico adecuado para traumatismos de tobillo en niños y adolescentes.
Índice
Traumatismos del tobillo del niño y del adolescente
El aumento en la práctica deportiva de los niños ha provocado un incremento en las lesiones musculoesqueléticas. Los traumatismos de tobillo son una patología esencialmente deportiva, presentándose como un defecto en la amortiguación, donde fallan las estructuras anatómicas de soporte, como ligamentos y cartílago en crecimiento.
Por otro lado, se encuentra el fallo de la conexión de los órganos sensoriales y la interfase calzado-suelo, que tiene su origen en el deporte que los niños practican intensamente, cada vez más jóvenes; y que se asocia también con un calentamiento que con frecuencia es insuficiente y con un material que no es el adecuado en muchos casos.
Esguince de tobillo en niños y adolescentes
El esguince de tobillo representa el 75% de todos los esguinces en los niños y adolescentes, con mayor frecuencia en varones, a partir de los 15 años. Es una de las patologías más frecuentes del tobillo en niños y se clasifica de acuerdo a los hallazgos clínicos encontrados:
- Esguince grado I o leve: Presenta elongación leve del ligamento, una tumefacción pequeña, movilidad poco dolorosa con tobillo estable.
- Esguince grado II o moderado: Rotura parcial del ligamento, moderada tumefacción, movilidad más dolorosa y leve inestabilidad del tobillo.
- Esguince grado III o grave: Rotura completa del ligamento, gran tumefacción, incapacidad grave y gran inestabilidad.
Manejo de los traumatismos del tobillo del niño y del adolescente
Lo primero es determinar el mecanismo de producción y el tiempo de evolución del traumatismo. Luego buscar signos que nos orienten hacia el diagnóstico definitivo, como deformidades, asimetrías, limitación funcional, inestabilidad, heridas, hematomas, etcétera.
En la actualidad el uso de la radiografía, con sus incidencias oblicuas, suele ser suficiente para realizar el diagnóstico. Si se presenta una torsión en el tobillo del niño o el adolescente, el examen de referencia sería la ecografía.
En cuanto a una fractura de tobillo, lo ideal sería solicitar una tomografía de tres planos, para obtener el diagnóstico preciso y definir las posibles vías de acceso de la cirugía, en caso de ser necesaria.
Tratamiento para lesiones de tobillo
El tratamiento básico para cualquier lesión del tobillo consiste en reposo, aplicación de frío local (durante 15 a 20 minutos, cada 2-3 horas, durante las primeras 48 horas o hasta que el edema o la inflamación se haya estabilizado), compresión, elevación de la zona afecta y antiinflamatorios no esteroideos.
A lo anterior se suma la inmovilización temporal, que ayuda a prevenir la acumulación del hematoma y el edema. Y, dependiendo del tipo de lesión ocasionada por traumatismo en tobillos de niños y adolescentes se recomienda también:
En el caso de las contusiones, las distensiones musculares y el esguince grado I: inmovilizar el tobillo con vendaje u ortesis elástica de tres a cinco días. Indicar ejercicios activos de la articulación mientras el dolor lo permita.
En esguinces grado II y fracturas diafisarias leves: añadir férula (3-4 semanas) y descarga de la articulación (muletas). Rehabilitación de forma precoz, evitando la actividad física importante durante 3 semanas. Elevación del miembro afectado, para favorecer el drenaje venoso y linfático, unos 15 a 25 cm por encima del corazón, para disminuir el edema y la inflamación.
En el caso de esguince Grado III y fracturas epifisiarias de tobillo: Se debe inmovilizar el miembro hasta la resolución quirúrgica.
Tratamiento ortésico adecuado para traumatismos de tobillo en niños y adolescentes
El tratamiento ortésico de tobillo, con las tobilleras y los inmovilizadores de tobillo, busca limitar, parcialmente, el estrés mecánico que ocasionan los movimientos en la estructura lesionada, con el fin de facilitar la recuperación del tejido.
Es importante recordar que cierto grado de movimiento, que genera estímulos mecánicos, favorece la recuperación del tejido, al facilitar la reorganización del mismo.
Se realizó un estudio de niños con fracturas leves de tobillo, donde compararon niños tratados con una ortesis de tobillo y otros tratados con un molde rígido. Se demostró una recuperación más rápida de la función autoinformada a las cuatro semanas en los niños tratados con una ortesis de tobillo.
Además, se informaron más visitas no programadas a profesionales sanitarios por problemas en el grupo de molde rígido. En este estudio, los niños prefirieron más la ortesis, que se podía retirar a los cinco días, que el molde, que se mantuvo por tres semanas.
En Actius by Orliman tenemos disponible dos opciones de ortesis pediátricas para el tobillo:
La tobillera OP1190
Está hecha en neopreno, es libre de látex, elástica, transpirable. Confeccionada en la parte interior con panal y exterior de velour (ambos elásticos), más una cincha elástica de licra. La tobillera está abierta por la parte anterior, por lo que resulta fácil de ajustar.
Se cierra mediante un sencillo sistema de velcros, lo que permite ajustarla en función de las características físicas de cada paciente. Incluye una banda elástica estabilizadora.
Está indicada en los siguientes casos:
- Esguinces de primer grado.
- Tendinitis.
- Recidivas.
- Ligera inestabilidad de articulación tibiotarsiana.
La tobillera OP1190 ofrece soporte para la práctica deportiva y una ligera compresión que aumenta el flujo sanguíneo para la recuperación de los tejidos internos, debilitados tras una lesión.
El Walker pediátrico
También está hecho en neopreno, es libre de látex, está diseñado en una estructura ligera y resistente de plástico, la cual presenta una zona acolchada en la parte inferior que protege la planta del pie y los maléolos del tobillo, incrementando a la vez la sensación de confort.
La parte interior está confeccionada con material textil transpirable, que protege al paciente ante posibles rozaduras por presión; cuenta con sistema de cierre mediante velcros.
Consta de unos refuerzos de polietileno de baja densidad, que incrementa la inmovilización de la articulación tibio-tarsiana. La suela es de perfil bajo, diseñada en forma de balancín y provista de material antideslizante.
Se puede indicar en casos de:
- Traumatismos e intervenciones quirúrgicas.
- Esguinces y lesiones ligamentosas.
- Como método sustitutivo del yeso en situaciones pre-ulcerosas.